Recién salido del útero, de tus entrañas… cogiendo fuerzas y despertando a lo que será su vida y la vuestra. Recuperándose de un largo viaje a través de profundos sueños donde recupera sus posturas fetales e instintivamente reconoce tu olor, tu voz, tu corazón, tu calor… para sentirse seguro y en paz.
Ese bebé es el que se retrata en las sesiones de fotografía de recién nacido. Sesiones que son muy importantes realizar en los primeros 10 días después del nacimiento como muy tarde ya que duermen más profundamente y aun no han perdido esa flexibilidad y postura fetal imprescindibles para este tipo de fotografía.